La creciente conciencia climática de la población hacia los productos que consumimos y su origen, así como el método de elaboración, son cuestiones cada vez más presentes y que alcanzan mayor importancia en el sector alimentario, y el vino, no es una excepción.
En el sector vinícola a menudo oímos hablar de “vino ecológico”, “vino natural” y “vino biodinámico”, términos pueden generar confusión. Pero, ¿qué significa cada uno de estos términos? ¿Qué características tienen? ¿En qué se diferencian entre ellos? Aclaramos estos conceptos y hacemos un repaso a los rasgos más importantes de cada uno.
Vinos ecológicos: foco en las prácticas sostenibles
Los vinos ecológicos, como en el caso de nuestros vinos Maius, son aquellos que se elaboran a partir de viñedos ecológicos, es decir, que no utilizan pesticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos. En sustitución de productos químicos, utilizan abonos orgánicos y alternativas naturales y preventivas para controlar las plagas. De esta forma la viticultura ecológica busca proteger y promover la biodiversidad en el viñedo. Sin embargo, las prácticas para producir un vino ecológico no quedan relegadas al viñedo, sino que también están presentes en la bodega. Prácticas como la desalcoholización parcial, la concentración por frío, la eliminación del dióxido de azufre y el uso de organismos genéticamente modificados están prohibidas. Además, el uso de sulfitos, compuestos que actúan como conservados y antioxidantes, está estrictamente controlado y las dosis permitidas son menores que en los vinos convencionales.
Para que un vino esté acreditado como vino ecológico debe contener un sello oficial, que en el caso de la UE es la “eurohoja”.
Vinos naturales: minimalismo en todas sus fases
Los vinos naturales buscan la intervención mínima, tanto en el viñedo como en la bodega. Se evita el uso de químicos en el cultivo, de procedencia ecológica, y en el proceso de elaboración sólo se vinifica con levaduras autóctonas, es decir, aquellos que están presentes de forma natural en la piel de la uva. Tampoco se clarifican ni corrigen los vinos. Así pues, podríamos decir que se trata de un método de elaboración que busca la expresión única que toma cada vino, dando protagonismo a la uva y al terroir.
A diferencia de los vinos ecológicos y los vinos biodinámicos, los vinos naturales no están regidos por ninguna normativa específica.
Vinos biodinámicos: filosofía holística
Esta tipología de vinos se basan en el modelo de agricultura biodinámica, ideado por Rudolf Steiner en 1924, que concibe el viñedo como un ecosistema completo y tiene en cuenta sus ciclos naturales, regidos por la astrología. Así pues, las diferentes labores de cultivo se basan en el calendario lunar. Se utilizan preparados naturales para fortalecer el suelo del viñedo y, en la bodega, se prioriza la mínima intervención.
Aunque no se agrupan en ninguna certificación oficial, los vinos biodinámicos se recogen bajo el sello Deméter, gestionado por una compañía privada que actúa como organismo certificador.
