La cariñena, también conocida como samsó, es una variedad de uva tinta ampliamente cultivada en todo el mundo y una de las variedades más importantes en la producción de vinos del Priorato. Se cree que es originaria de la localidad de Cariñena, en Aragón, y que posteriormente fue traída a otras zonas del Mediterráneo y el Nuevo Mundo.

En el Priorato, se estima que la cariñena llegó hacia el siglo XII con el asentamiento de los monjes cartujos al pie de la sierra del Montsant. Fueron ellos quienes desarrollaron la viticultura en la zona y sentaron las bases para la creación de lo que hoy es la Denominación de Origen Calificada Priorat.

Rasgos distintivos

La cariñena es una cepa robusta que produce uva compacta y grande, de color azul negruzco y con mucha hoja. Es una planta muy fértil y por tanto palabra productiva. Sin embargo, los suelos pobres del Priorat favorecen la expresión de sus mejores características y evitan el exceso de amargura que puede dar la uva en terrenos más fértiles. Su brotación es tardía, lo que la protege de las heladas primaverales, y madura en medios o finales de estación. Resiste muy bien a la sequía ya las ventoleras, pero es sensible a enfermedades fúngicas como la malura y, en menor medida, al mildiu.

Base de vinos corpulentos y equilibrados

Esta variedad da lugar a un mosto con alto contenido de azúcares y taninos astringentes, con aromas herbáceos. Estas características se traducen en vinos bastante alcohólicos, con cuerpo y con una elevada acidez, que le proporciona buena estructura y capacidad de envejecimiento.

Son vinos que funcionan muy bien en coupage porque aportan estructura, potencia, acidez y taninos, complementando así otras variedades como la garnacha o el cabernet sauvignon. Maius Barranc de la Bruixa es un ejemplo.