La poda en verde, clave para obtener racimos de calidad

por | Jun 5, 2025

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La poda en verde es el proceso mediante el cual se retiran los brotes de la cepa no deseados, dejando sólo los que nacen de los pulgares. De esta forma, la planta puede concentrar sus recursos en los brotes más fuertes, que posteriormente harán una uva de mejor calidad.

Es el paso posterior a la poda de invierno y se realiza durante la primavera, entre los meses de mayo y junio. Con la llegada del buen tiempo, la cepa entra en fase vegetativa, empieza a brotar y los pámpanos compiten por nutrirse de la sabia de la cepa. Cuando eliminamos los brotes sobrantes, no sólo simplificamos las tareas posteriores, sino que favorecemos la porosidad de la cepa y garantizamos una producción de uva más equilibrada y con mejores características organolépticas.

¿Cómo se hace?

1. Espergurado: consiste en eliminar los brotes de la cepa que no producirán uva y que por tanto, son innecesarios. Estos brotes reciben el nombre de chupones y suelen crecer alrededor de la base y el tronco de la planta.

2. Despunte: cortamos la punta de los pámpanos para que puedan recibir toda la energía necesaria para crecer sanos y en la dirección correcta.

3. Deshojado: en este punto aclaramos la cepa, librándolo de las hojas que impiden que circule el aire y dé el sol en la planta.

Beneficios

Como ya hemos mencionado, la principal ventaja que supone realizar la poda en verde es la posterior obtención de uvas vigorosas y de alta calidad. Al mismo tiempo, también es una forma de prevenir enfermedades, ya que la mejora de la ventilación protege la cepa de la humedad y, por tanto, de posibles enfermedades y plagas. Es así, una tarea más de todo un ciclo de mantenimiento y cuidado del viñedo, que finaliza con la recogida de la uva después del verano.